Mi experiencia trabajando como OL en Japón: diferencias culturales y retos.

Mi experiencia como OL: diferencias culturales y retos


Trabajar en Japón siempre ha sido un desafío y hacerlo en el área de ventas internacionales añade una capa extra de aprendizaje y adaptación. Ahora vuelvo al trabajo como OL (Office Lady) en una empresa japonesa, específicamente en el departamento de 海外営業 (ventas internacionales) y también realizo tareas de 輸出 (exportación). En esta entrada quiero compartir algunas de las diferencias culturales y retos que he encontrado en el camino.

Diferencias culturales en el ambiente laboral

Uno de los aspectos más marcados al trabajar en una empresa japonesa es la estructura jerárquica.
A diferencia de muchas empresas occidentales, donde la comunicación es más horizontal, en Japón el respeto por la jerarquía es fundamental. Cada interacción, desde correos electrónicos hasta reuniones, debe seguir ciertos protocolos, como el uso correcto del japonés formal (敬語) y la manera en que se presentan las ideas o sugerencias.

Otra diferencia notable es la importancia del trabajo en equipo y la armonía (和, wa).
En Japón, las decisiones rara vez son individuales; todo pasa por múltiples niveles de aprobación, lo que puede hacer que los procesos sean más lentos de lo esperado. Sin embargo, esto también asegura que las decisiones sean más consensuadas y minimicen conflictos dentro de la organización.

Retos en el trabajo como OL en ventas internacionales

  1. Comunicación intercultural
    Trabajar con clientes y socios extranjeros implica adaptar el estilo de comunicación. Mientras que en Japón la comunicación suele ser indirecta y muy formal, en otros países se valora la claridad y la rapidez en las respuestas. Encontrar un balance entre ambos estilos es un reto constante.

  2. Flexibilidad y toma de decisiones
    En el mundo de las ventas internacionales, muchas situaciones requieren respuestas rápidas. Sin embargo, en una empresa japonesa, la toma de decisiones pasa por varios niveles, lo que puede hacer que ciertos procesos sean más largos. Aprender a navegar entre la necesidad de inmediatez y el sistema interno de aprobación ha sido una de las habilidades más importantes que he desarrollado.

  3. Manejo del tiempo y reuniones
    Las reuniones en Japón son una parte esencial del trabajo, pero pueden extenderse más de lo necesario. Además, el tiempo en la oficina no solo se mide en productividad, sino también en presencia. Aunque la cultura del "trabajar hasta tarde" está cambiando poco a poco, sigue siendo común que quedarse después del horario laboral sea visto como un signo de compromiso.

  4. Nomikai y relaciones laborales
    Las relaciones laborales en Japón no se limitan a la oficina; los nomikai (reuniones después del trabajo para beber) son una parte clave de la integración dentro de la empresa. Aunque pueden ser una buena oportunidad para fortalecer lazos, también pueden ser agotadores, especialmente después de un día largo de trabajo.

Lo que aprendo

A pesar de todos estos retos, esta experiencia me ayuda mejorar mis habilidades de comunicación, adaptabilidad y paciencia. También aprendo a valorar la forma en que las empresas japonesas priorizan la calidad, la atención al detalle y la armonía en el equipo de trabajo.

Cada día es una aventura llena de oportunidades para crecer profesional y personalmente. Seguiré aprendiendo y compartiendo más sobre mi experiencia como OL en Japón en este rinconcito. 

¡Espero que después de tanto tiempo esta entrada haya sido interesante! 

Si tenéis preguntas u os gustaría saber más sobre algún aspecto en particular, ¡dejádmelo en los comentarios! 

Poco a poco creo que iré retomando el blog con estas cosillas que pocos os pueden contar 😊

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